Pelar los pepinos, con mucho cuidado hacemos láminas lo más largas finas posibles a lo largo, con una mandolina es ideal, pero si no tienen pueden usar un pelador de papas, sin llegar a laminar la parte de pepino en el que están las pepas. Descartar las pepas y picar los sobrantes de los pepinos en cubos pequeños.

En un bowl mezclamos el salmón, rabanitos, pepino y queso crema, condimentamos con sal y gotas de jugo de limón.

En cada lámina de pepino ponemos una cucharada de pasta de salmón, enrollamos el pepino alrededor de la pasta (como un canelón) y lo ponemos en un plato. Repetimos hasta que terminemos las láminas de pepino y el relleno.

Refrigeramos al menos 1 hora antes de servir y ¡A disfrutar!