El dulce de membrillo es una receta tradicional de otoño, que es absolutamente deliciosa, a mi mee gusta que quede así más pálido de lo que estamos acostumbrados a ver (y más adelante les explico como lograrlo) pero pueden obviar este paso y hacerlo más oscuro.
Lavamos, pelamos y troceamos los membrillos (podemos usar las cáscaras y pepas para hacer jalea de membrillos)
Ponemos los trozos de membrillo en una olla con abundante agua fría y cocinamos destapado a fuego medio hasta que estén blandos ( el tiempo va a variar mucho dependiendo de la madurez de la fruta y del tamaño que lo piquemos)
Estilamos los membrillos muy bien, y los molemos y pasamos por un colador o cedazo ( el pasarlo por cedazo hace que quede más pálido)
Pesamos el "puré" de membrillo y lo ponemos en una olla, pesamos la misma cantidad de azúcar blanca y también lo agregamos a la olla. Si queremos que quede más firme agregamos el jugo de limón.
Cocinamos a fuego suave revolviendo ocasionalmente hasta que podamos ver el fondo de la olla, insisto en que el tiempo puede variar mucho, pero es aproximadamente unos 10 minutos después de que comienza a hervir.
Humedecemos un poco los moldes en los que haremos el dulce ( así queda más brillante) y echamos el dulce. Lo golpeamos un poco contra la mesa para sacar alguna burbuja y lo dejamos reposar hasta el día siguiente antes de desmoldar y ¡A disfrutar!