En una olla grande ponemos la crema con el palito de vainilla cortado en 2 a lo largo y raspado con un cuchillo, cocinamos a fuego suave hasta que comience a hervir, apagamos el fuego y dejamos entibiar. Retiramos el palito de vainilla y reservamos.

Precalentamos el horno a 150°C.

En un bowl batir las yemas, el azúcar y la sal hasta que estén ligeramente espumosas, añadimos la crema tibia de a poco hasta que se haga una mezcla homogénea. Si la mezcla no quedara bien homogénea la podemos colar.

En una budinera ponemos de 4 a 6 pocillos aptos para horno y los llenamos hasta 3/4 de su capacidad con la mezcla , echamos agua en la budinera ( para cocinarlos a baño maría) y llevamos a horno por 40 a 60 minutos hasta que este casi completamente cuajado, sacar del horno y dejar enfriar en el agua a temperatura ambiente.

Cuando estén completamente fríos espolvorear con azúcar granulada y dorarlos con la ayuda de un soplete de cocina, si no tienen soplete pueden dorarlos en el horno prendiendo solo las resistencias de arriba a temperatura máxima y vigilandolos constantemente ya que se doran muy rápido, dejamos enfriar y a disfrutar!