Los tomates confitados son irresistibles, perfectos como acompañamiento o para hacer un delicioso aperitivo. Pero lo mejor (y es la razón por lo que yo los hago)es que es una deliciosa manera de preservar los tomates, más de una vez me he tentado comprando un cajón de tomates y me he dado cuenta más tarde que eran DEMASIADOS. Los tomates confitados pueden conservarse sin problema varias semanas en el refrigerador.
Precalentamos el horno a 120 ªC.
En un pocillo mezclamos el aceite, sal, oregano, ajo y aceto un poco.
En la fuente que haremos los tomates confitados echamos un tercio de la mezcla y a continuación ponnemos los tomates, encima echamos el resto de la mezcla y removemos un poco.
Llevamos al horno por 1 hora y media, removiendo ocasionalmente cada 20 o 30 minutos para que no se vaya a pegar o quemar algún trozo de tomate. Dejamos enfriar antes de envasar y ¡A disfrutar!
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