1. Precalentamos el horno a 180ªC.

2. Mezclamos bien todos los ingredientes del relleno, es decir: nueces, pistachos, canela, clavo de olor y azúcar blanca granulada. Reservamos.

3. En un bol, mezcla los pistachos, las nueces, los 100 gr de azúcar, las 2 cucharaditas de canela molida y el clavo molido, y mezcla bien.

4. Pintamos la fuente con un poco de la mantequilla derretida. Ponemos una capa de masa filo y la pintamos ligeramente con mantequilla. Seguimos hasta haber usado un tercio de la masa filo.

5. Esparcimos la mitad de la mezcla de relleno reservada sobre la masa filo.

6. Continuamos poniendo capas de masa filo (siempre pinceladas con mantequilla) hasta apilar un tercio más de la masa.

7. Esparcimos el relleno que nos queda y continuamos poniendo capas de masa filo hasta terminarla. Si nos sobra mantequilla la echamos encima.

8. Cortamos las baklavas dentro del molde (o pueden ser triangulos), ya que después es muy frágil.

9. Horneamos nuestras baklavas por 20 minutos sin que se doren demasiado. Las sacamos del horno y dejamos enfriar a temperatura ambiente.

Para el almíbar

1. Mientras las baklavas están en el horno haremos el almíbar. En una olla pequeña ponemos el agua y el azúcar, cocinamos a fuego suave revolviendo ocasionalmente hasta que el azúcar se disuelva. Agregamos la miel y dejamos que hierva, cocinamos 2 o 3 minutos y apagamos el fuego. Agregamos el jugo de limón y la esencia de azahar. Dejamos enfriar un poco.

2. Agregamos el almíbar a las baklavas (si es necesario repasamos los cortes mientras estén calientes)

3. Dejamos enfiar completamente antes de sacar de la fuente y ¡A disfrutar!